Mario Ávila, el trabajador acusado de sabotaje en el Hospital Municipal, habló en la mañana de este martes con Radio Sube (101.5) y MinutoBalcarce tras su liberación luego de estar cinco días detenido en la Unidad Penal Nº 44 de Batán.

El empleado, que además es delegado del Sindicato de Trabajadores Municipales, expresó que fueron días «difíciles» y que se sintió «humillado» por lo que le tocó vivir.

«Tuve que pasar por una serie de situaciones que no estoy acostumbrado. Fue muy difícil, porque me sentí muy humillado. Personal de la Sub DDI me llevó de una forma muy amable, me fueron animando en el viaje y me dijeron que era parte del procedimiento, pero cuando llegué a Batán fue todo todo tan distinto«, señaló.

«A través de una carta me fui enterando de lo que pasaba en Balcarce. Me dio mucha fuerza. Cuando fui a declarar tuve mucha fortaleza por lo que me contaban de lo que estaban haciendo mis compañeros y me quedé mas tranquilo», agregó.

Sobre sus días en Batán, Ávila dijo que «me tocó en un pabellón con un grupo de religiosos y eso también era un motivo de ánimo para mí. Estaba en un sector para personas transitorias en la cárcel. Los chicos que me tocaron en el calabozo eran muy jóvenes y festejé allá mi cumpleaños con ellos. Estaba animado, pero a la noche me ponía a llorar, por mi familia y amigos. No tenía motivos para estar ahí».

«Fue una injusticia. No puedo hablar muchas cosas. La persecución no era de ahora, como soy el delegado siempre se nos nos trató de otra manera», agregó.