El abogado defensor de uno de los imputados por el crimen, habló tras la liberación: «No conocía a la víctima ni su domicilio particular».
A menos de 24 horas de que los dos únicos imputados por el asesinato de Julio Nario recuperaran la libertad, Gonzalo Lamenza, el abogado defensor de uno de ellos, contó detalles de la detención y el avance de la causa.
Lamenza indicó que la prueba inicial por la que se lo señaló a su cliente pasó por la vinculación que se hizo por medio «de dos personas que prestaron una declaración diciendo que sabían que mi asistido había participado del delito que se le imputa».
«Las personas que declararon no son testigos directos del suceso. Sino que escucharon de boca de otras personas, las cuales no pudieron identificar, que Molina había participado del hecho«, sostuvo. Y agregó: «Mi asistido prestó declaración de forma espontánea, pese a que los imputados ante una causa así se niegan a declarar. Ratificó en que lugar y con quienes se encontraba en ese momento. Todas esas cosas se pudieron acreditar».
Por último, Lamenza confirmó que la navaja que se secuestró en la casa de Jonathan Molina «era propiedad de Nario». Sin embargo, reconoció que «la tenía en su casa hace más de un año»: «No mantenía ninguna relación con la víctima. No lo conocía a Nacio, ni tampoco a su casa», cerró.