En medio de la seguidilla de crímenes que atraviesa Mar del Plata, desde el Gobierno que conduce Guillermo Montenegro ratificaron que el delito bajó hasta un 50% en comparación con el mismo período del 2019, el último año con «valor estadístico».
Martín Ferlauto, subsecretario de Planificación y Control de la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de General Pueyrredon, aseguró que hubo una reducción en el robo de autos y motos en base a las estadísticas que refleja el Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito y la Violencia (Cemaed), al comparar los datos con las cifras del año previo a la pandemia de coronavirus, ya que en 2020 hubo menos circulación de personas por el aislamiento y las restricciones impuestas.
«Tenemos una merma del 30%, 40% y 50% respecto a los mismos meses del 2019«, precisó Ferlauto a 0223 Radio. «Tenemos que seguir trabajando con una batería de medidas para mejorar la situación. Siempre que haya una víctima del delito, nosotros no podemos dormir tranquilos ni relajarnos», agregó.
El Cemaed realiza todos los meses una serie de informes públicos que apuntan a esclarecer la información vinculada al delito. Las funciones del área son la compilación y creación de registros delictuales, el análisis de datos y la elaboración de propuestas de acciones, medidas y planes de seguridad para todo el territorio de General Pueyrredon.
«A veces los datos son positivos y a veces, negativos. Pero nuestra política es ser absolutamente transparente. Los informes que se realizan son públicos y los puede verificar el vecino en la página de la Municipalidad», indicó el funcionario.
En este sentido, a raíz de los diez homicidios que se registraron en julio, Ferlauto reconoció que las cifras se verán reflejadas en el próximo informe de agosto. «Fue un mes con muchísimos casos», sostuvo.
En sintonía con Horacio García, el titular de la cartera de Seguridad, el subsecretario de Planificación y Control consideró que son crímenes «de una violencia absolutamente desproporcionada». «Los homicidios dolosos muchas veces están motivados por cuestiones que no tienen que ver con la seguridad y responden al aumento de la violencia social que estamos viviendo», dijo.
«Son casos de una desproporción en la violencia que nos ponen en guardia. Ese es el hilo conductor. Pareciera que estos casos se explican más desde lo sociológico que de lo criminal propiamente dicho. Son para analizarlos más allá de la estadística criminal», concluyó.
