Las lesiones más comunes por hacer deportes sin supervisión

17/11/2014

De la mano de los hábitos saludables moverse se puso de moda. Sin embargo, lanzarse a hacer una actividad intensa sin la mirada de un profesional puede acarrear problemas musculares, dolores severos y hasta discapacidad.


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DOLORES QUE MATAN. Una mala entrada en calor puede ser traumática.

El notable incremento de las enfermedades cardiovasculares y crónicas ha generado, como contrapartida, un movimiento de difusión a favor de la actividad física y el deporte. Es que ya nadie lo duda: moverse es clave para mantenerse sano. Sin embargo, sin supervisión, los deportes o actividades físicas de alto impacto, como el crossfit o el boxeo amateur, pueden un remedio más perjudicial que la enfermedad.
Sobreentrenamiento por consecuencia de sobrecarga, tanto muscular como tendonisa o ligamentaria, o mala elección del entrenamiento, falta de reposo, mala entrada en calor o lesiones mal rehabilitadas pueden ser la consecuencia no deseada de moverse.
“Luego de una lesión llega la inflamación, que es la principal forma que encuentra el cuerpo para reaccionar al daño que se ha producido”, explica el médico Gonzalo Yamauchi, especialista en proloterapia.
El experto advierte que es habitual que las personas que practican algún deporte amateur se exijan tanto como los deportistas, lo que genera lesiones que pueden influir en el rendimiento deportivo. A continuación detalla las lesiones más comunes según el tipo de deporte:
Tenis: el famoso “Codo de tenista”, conocido médicamente como epicondilosis, es un proceso degenerativo de los tendones extensores de la muñeca que ocurre, generalmente, cuando existe un disbalance entre los músculos flexores y los extensores de la muñeca.
Fútbol: cuando se desarrolla un disbalance en los músculos abdominales y los aductores se puede desarrollar una pubalgia o pubialgia tan común en los deportes de patada y los que se someten a una exigencia de explosión continua.
Rugby: muchos jugadores tienen dolores lumbares y cervicales debido al contacto físico al que están sometidos. Los dolores cervicales crónicos en los jugadores que entran al scrum es muy típico.
Corredores: el síndrome de estrés medial de la tibia o mal llamado “periostitis” se ve mucho en los corredores cuyo lugar de entrenamiento son superficies duras. Produce microtraumas en el periostio, que es la capa que recubre el hueso. Además, el síndrome de fricción del tensor de la fascia lata, un nombre largo pero muy común para los corredores que acumulan muchos kilómetros de entrenamientos semanales. Se genera una tensión exagerada en el músculo que se ubica en el costado externo de la pierna y produce una fricción las estructuras laterales de la rodilla.

CÓMO TRATARLAS
Los tratamientos convencionales para las lesiones en el deporte se centran en la terapia antinflamatoria (diclofenac, ibuprofeno o corticoides) que, muchas veces, tiene eficacia durante el período agudo pero que presentan efectos secundarios como problemas gástricos, en cartílagos o en ligamentos. “Nuevos trabajos de investigación demuestran que demoran el período de ligamentización que es el tiempo biológico que posee el cuerpo humano en reparar un ligamento”, explica Yamauchi.

LO NUEVO
Por otra parte, entre los tratamientos con resultados de alta efectividad está la proloterapia, que es la respuesta que encontró la medicina para solucionar varias patologías deportivas. “Consiste en estimular la proliferación de tejido sano produciendo una inflamación transitoria para generar células de reparación, aumentar la estabilidad articular y reducir el dolor”, agrega el especialista.
Detalla que, antes de someterse a esta terapia, la persona lesionada debe saber que entre 48 y 72 horas sentirá molestias en la zona a tratar, por eso debe comenzar a entrenar gradualmente recién luego de ese tiempo. Luego el dolor irá disminuyendo en forma gradual y constante hasta la nueva evaluación, un mes más tarde.
“La proloterapia resulta ideal para los deportistas que necesitan una solución no-quirúrgica a sus dolores, rápida recuperación y vuelta a los entrenamientos”, asegura Yamauchi.
Para los deportistas de alto rendimiento, en tanto, se puede emplear el plasma rico en Plaquetas, que genera una rápida reparación de los tejidos. “Se extrae sangre al paciente -entre 40 y 60 cm2 para una rodilla-, se toman las plaquetas y se inyectan dentro de la articulación. La efectividad de esta técnica depende de la habilidad del profesional y de la concentración de plaquetas inyectadas”, explica el médico. Se trata de una técnica segura, que proviene de la misma sangre del paciente y no existe riesgo de alergias. No obstante, aclara, es costosa porque necesita de un hemoterapista y de estudios de sangre previos.

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